limpiar la cara herida de la ciudad sonámbula,
puede,
tender un cielo verde sobre la turbia agonía,
de la flor y su instante.
La lluvia que va en tus manos puede,
desterrar para siempre la voz,
que esquiva los decires del amor,
Porque caerán tus dedos sobre la puerta del día,
y se hará una ventana,
por donde el sol entra y ya queda,
a salvo del ocaso de otras manos de alambre,
Por las tuyas será un hoy, un día,
y los niños sonreirán como si fuera de nubes, la calle
1 comentario:
Que lindo blog tienes!
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