A contraluz he escrito una canción,
y buscado tu rostro,
brillando entre el humo blanco.
Miro por la ventana de los pájaros,
y te hallo dormido como un niño
en el regazo del recuerdo.
Nadie comprenderá el latido claroscuro,
mezcla de derrota y espera,
Era la hora del crepúsculo
cuando los astros,
giraban por tí.
A contraluz he escrito una canción,
para acunar al recuerdo,
como a una barca que mece el río,
para quedarme con la arena de la orilla,
molida entre mis manos.
Mientras, vibraban
las figuras suplicantes del candil,
que mantienes encendido,
y los pájaros azules que te pertenecen.
Poco a poco se va deshilachando,
su halo luminoso,
pero tú no pasas a territorio sombrío.
Estás dormido como un niño,
en el regazo del recuerdo,
a contraluz de todo.
y buscado tu rostro,
brillando entre el humo blanco.
Miro por la ventana de los pájaros,
y te hallo dormido como un niño
en el regazo del recuerdo.
Nadie comprenderá el latido claroscuro,
mezcla de derrota y espera,
Era la hora del crepúsculo
cuando los astros,
giraban por tí.
A contraluz he escrito una canción,
para acunar al recuerdo,
como a una barca que mece el río,
para quedarme con la arena de la orilla,
molida entre mis manos.
Mientras, vibraban
las figuras suplicantes del candil,
que mantienes encendido,
y los pájaros azules que te pertenecen.
Poco a poco se va deshilachando,
su halo luminoso,
pero tú no pasas a territorio sombrío.
Estás dormido como un niño,
en el regazo del recuerdo,
a contraluz de todo.
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