Pensé que volverías. Me pareció ver tu reflejo en la ventana. Te marchaste un día, sin dejar dirección ni teléfono. Levanta mi sombra, como lo haces con la primavera, desde la raíz hasta la nube. Quizá con aquél claro haz, como paloma que pasa y no se alcanza a ver, me alimente estos días. Haré como el alfarero, que sabe parir estrellas, entrelazando el alma del mimbre. Tal vez pueda...
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