Toman el viento mudo del desierto y lo transforman en canto colorido y frutal. Van en busca de las ciudades donde habitan muchos niños. Les gusta arrullar su sueño. Cuando llega la noche van a esconderse, porque no pertenecen a ella. Ala sobre ala, se abrazan y resisten. Al alba, renacen, vuelven a llamarse pájaros. No se sentirán perdidos, su secreto está en el viento. No podràn ser detenidos, mientras haya un niño, que los espere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario