Los navegantes , van andando mientras el mar los mece, no hay para ellos tormento , ni menos aún descanso. Se quiebra la nube y cae en sus brazos, como un retoño, inmenso azul preciado. Los navegantes, no son ángeles, pero van volando , quizá algún día lleguen al puerto deseado. Se callarán las olas que fueron su remanso , brillará la luz en sus frentes, ya no tendrán que llorar y sí , claro que sí ... serán alados...
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