Luces , vuelven a mí despacio . Allá vienen, de la mano. Luces, luces mías , como las de la aquélla calle naranja , como las de la tarde y ah! sí...las de esa irrepetible mañana . Cuestan , en éstos días más que la plata. Pero , siempre , siempre hay esperanza.
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