Y si mañana se abre el cielo , para el girasol enamorado , entonces yo diré , ahora me tiendo en tus brazos. Y si acaricia la tarde nuestro cuerpo alado, miraré mis manos repletas de nubes, ya no temeremos el ocaso. El girasol , marcará su huella, en nuestro costado, su dulce compañía de beso, su verso adorado. La cándida luz de la aurora, a salvo del naufragio. El mar es siempre nuevo¿ No lo has visto , acaso?
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