La ciudad , muchas veces te pertenece, sino siempre, cuando miro pasajeros y paisajes y llevo tu recuerdo ceñido a mi pecho. ¿Dónde estás, dónde vas? La ciudad nombra tu nombre de arena y los relojes parten en dos el horizonte. ¿ Dónde la flor de tu naufragio? Sin tí, no habrá despertamos.
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