jueves, 22 de noviembre de 2012

El niño y el mar

Miraba siempre el mar. Sentado desde su piedra, los pies descalzos sobre la arena. De tanto en tanto llegaban hasta él botellas que contenían mensajes, pero él las devolvía, pensaba que no le pertenecían , por lo que , las devolvía a la sabiduría de las olas.Un día, cuando el naranja conmovía la tarde, intentó regresar al mar una de las botellas. Su tarea fue infructuosa porque el océano la regresaba nuevamente a sus pies, una y otra vez. Cansado y viendo que se avecinaba la noche, decidió llevarla hasta su casa. La abrazó como a un niño pequeño, y caminó entusiasmado, casi saltando, hasta la humilde cabaña. Al llegar, su madre le preguntó qué es lo que traía, el le mostró su particular tesoro, ella sonrió y trató con ternura de sacar el papel que contenía. Él mismo rezaba: Querida, ya no podré regresar a casa, dile a nuestro hijo que cada vez que mire el mar, yo haré lo mismo.

No hay comentarios: