sábado, 27 de octubre de 2012

Inconmovible luz

Inconmovible luz, me acurruco en tu regazo, trigo. Me extiendes las manos, respiro. Cae sobre mí la lluvia, los náufragos celestes anidan en lo secreto y sujetos al viento cantan canciones de regreso. Los minutos no corren para los que buscan tu amparo. Sólo navegan. Las horas son barcos en el horizonte del futuro y una anémona de huno florece a cada instante.
Inconmovible luz donde pongo a salvo mis sueños. Tu me extiendes los brazos, para salvarme del abismo. No conoces regaños, tu sal es pluma que escribe, los versos más amantes , la luna más curiosa , que derrama su tinte brillante en los cabellos. Tarde tenue, ya despierto. Luz inconmovible, fuego.

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