Llevo una flor ceñida a mi pecho y un rumor de alas adherido al viento. Dime entonces: ¿Dónde habitaremos?

Todas las canciones, pueden escribirse en tu nombre rosal.  Todas los versos pueden decirse en tu tallo y hacerse , espina o flor hacia el cielo. Todas las palomas blancas caben en un nombre, y toda el agua del río, puede escucharse en tu voz. Caerán como nieve ahora, los desánimos , las derrotas. Porque aún es tiempo de moldear la historia, ése barro que se nos ofrece puro y cándido para nuestras manos. Dos grandes paisajes tendrá tu rostro, límpidos ahora, para la libertad.

No todo ha de ser lamento , caminantes. Romperemos el abismo , con un paisaje certero , el mañana. Daremos flores al desierto y color a los escombros, que suben desde las ciudades. Implacable canción de la esperanza, derribar entonces, la muralla. Tender un puente con los abrazos , los brazos del que sueña y declara , la revolución de los pobres, la antorcha encendida , del alma. 

Yo he cultivado, la flor secreta. ¿ Quién recogerá conmigo, el rumor florido de sus pétalos? Luz que amanece, cercano paisaje, tu voz. ¿ Quién dejará llover la fuente de los deseos, sobre mi paso cansado? Luz que atardece, cercano paisaje...

Mi primavera, abre los brazos ahora , que nada te detenga, que nadie aparte tu flor de mi pecho. Ya veré caer el naranja de tu cielo , ante el silencio indómito del invierno . Una luz florida, un camino. Que se cante ahora la canción más bella, los caminantes conocen, el nombre secreto de la primavera. 

Las calles darán una oportunidad al sol. Veremos como florece el árbol de la esperanza. La flor ceñida a la primavera , que nos espera tras la puerta. Un cándido  rumor florido , atravesará la avenida. Ahora que soñamos y partimos , ahora que creemos en el trigo , daremos nubes para este cielo y pájaros que reciban , cartas de amor , poemas , escritos mientras despertábamos , del sueño azul , la bienvenida. 

¿Será que definitivamente, la flor ha de comandar nuestra primavera? Todo el pan, está en las manos del que siembra, todo el agua, en la huella del que navega. ¿ Quedarán nuestros cuerpos, rendidos ante el azul ? Que no se pierda una sóla palabra de la belleza. Hoy he visto a un niño jugar. 

Las estaciones se hacen mayores, fructifica el oro del otoño ,en la flor de primavera y en verano se oyen, como un canto , las voces del silencio invernal. No habremos de quedar excentos, late aún en nuestros cuerpos la llama de un mañana luminoso, mientras la lumbre del día aniquila grises, escombros. La lluvia lavará nuestras caras, cuando veamos el vuelo celeste del ave que pasa, y trae una buena noticia, como ramita del árbol aquél,  hoy es siempre , todavía. 

Cuando todas las voces hablen y todos los pasos caminen, miraremos el horizonte y veremos el abrazo , desde la orilla. Calmaremos el mar con nuestros ojos, y nuestro cantar sereno. No seremos extranjeros, en nuestro planeta. Caerán los grises, hacia el naranja. Las verdades, serán dichas con una sola palabra: paz.

¿No has visto que del tallo espinado de la rosa , nace la flor más profunda, aterciopelada razón colorida? Las piedras del camino , fortalecen los pies del caminante. Una estrella segura , el mañana ,en los ojos brillantes del niño. La causa de todas las luchas , la sal  y el agua . Los mares que esconden todas las miradas, la sana impaciencia del trigo , el ave eterna de la esperanza, tu canción , peregrino.

Todas las verdades se dirán en tu boca, flor de nácar. Más el ancho cielo,testigo luminosos de la aurora , no acallará tu voz. En tu siembra he encontrado el trigo y en tu cosecha , el mar. En tu primavera, todos los otoños reviven y cantan. En tu despedida, encontré el abrazo y , sí, en tu silencio el poema jamás contado . La ruta de todos los caminantes, se abre ahora en tu blanca razón de existir. Levanta tu bandera, ya no tendrás soledad.

El refugio, la poesía que se hace lluvia, en las manos del que siembra. Y sobre la tierra mojada, escribe con letras de barro , las razones de la lucha, constante y definitiva, la manera de ir azulando los grises y derribando fronteras. Un paisaje seguro, el mañana, allá dónde navegan barcos de papel y rosas. Los tendidos levantarán banderas, blanco colorido y brillante. Los forasteros, serán dueños de casa. La suma de todas las derrotas, la resta de las excusas, será la multiplicación de todas las victorias. El ave es el verso, que prosigue su fuego. El cielo, todas las oportunidades de escribirlo. Ahora y para siempre, el querer de que el mundo, sea entonces, nuestro sitio.

En la calle de los suspiros, late el clavel de la Esperanza. Toma éste ramito de agua, hazte lluvia en la tarde. Deja que sueñe sólo un  poco, déjame entrever las razones de mis sinrazones, un retoño de luz. 

Será inevitable. Los dormidos arrebatarán las estrellas de su sueño , para fabricarse un cometa, hacia el mañana. Se levantarán los cansados y rugirán entonces, canciones blancas. Mismas palomas, hablarán de la paz y la esperanza,  como un declarado derecho, inherente al hombre, mujer que habita este planeta. La razón de todas las luchas, el hogar tendido, de los que ya, a salvo del naufragio, escribirán el eterno poema. No habrá puertas, ni muros, que detengan entonces, la llama que arde y vela por todos los niños del futuro, todas las estaciones de primavera, las manos juntas del pan amasado, en el fuego de todas la miradas cándidas. La partida , es la llegada,  caminarán entonces todos los pasos y hablarán todas las voces. La premisa de la flor, derribará entonces, todo legado de arena. Seremos la bandera, que ondea sobre el trigo luminoso, el vuelo del ave, que espera, la próxima nube , para habitar la tierra. La excusa posible, de todas las buenas palabras. El paisaje próximo, de los sueños.

¡ Ay, cómo sufre el rosal! Cada espina es un dolor, que quiso ser flor. Pero no se rendirá, espera paciente y lastimoso, la primavera. Cada flor , le hará olvidar. Cada nube de su cielo, será un pétalo celeste. Pensará ahora en conocer el mar, así como un niño, lo observará . Tendrá pies para entonces, cándido de huellas, no dejará rastro alguno, que se parezca a un lamento.  Ávido por el agua, se volverá manantial y allí , pronto hacia la luz,  será la barca que atraviesa el azul. Como tanto soñó en despertar, abrirá su madera ,como quien abre los brazos,y se irá con el ave tenue que pasa, finalmente, desde allí nos mirará y en su canto encontraremos, todas las flores del mundo , todas las nubes blancas, todas las olas y la espuma del mar, todas las barcas que en él descansan,todos los abrazos,  todas las aves , todo el azul, en sí, la libertad.

La cotidianeidad es la lumbre que acaricia,  la ternura y sus caminos No habrá viento que derribe, el árbol de la esperanza. No habrá ocaso, que descienda sobre la luz del mediodía. Las canciones se nombran a sí mismas ahora y por preciada y por inquieta, la flor de aquél árbol florecerá cuando venga, la razón de la primavera, el estado celeste de las cosas.

¡Será  arduo el camino, navegantes! Me gritan desde la proa. Más resisto el instante, donde se quiebra el horizonte. Y aprieto las manos y me doy razones. ¿ Dónde hallará esta lluvia en mi pecho, su paisaje?

Incansable sonido de las cosas, tu voz en la avenida. Tiende sobre mí mares, el ocaso. Quiero ser ola que derriba, los grises lamentos del día, el rayo silencioso de lo tácito, ya tendremos mejores noticias, reza ahora mi diario. En los techos de las casas, duerme el recuerdo como un gato. Flor desesperada la noche, que transita mis pasos. Devuelta a la vida, mañana, para seguir soñando.

No te cierres Flor de la Esperanza, no te cierres ante el gemido de la tarde, arma y desarma, tus pétalos floridos. Acurrúcate ahora en mi espalda, como un manto ceñido. Mucho por descubrir, en la calle de los suspiros, mucho viento suave y tibio.  Late un nombre en la hora, donde descansa mi pecho. Luminoso recuerdo del mañana.

Que no se acabe nunca esta porción de cielo , el instante donde suspiro y digo, el árbol sabe cuidar de los pájaros, que la nube sembró. Dormido en el azul, cuidado en mí. Aquí mis alas rendidas, ante el azul que se abre. La esperanza, no es una espera vaga, es un silencio que pronuncia palabra, la canción más tierna que tienen los amantes.

Y será el río cristalino ése que te lleva, adónde tú desvelas. La ciudad, se vierte despacio entre las calles jóvenes. La tarde se llama a sí misma, mañana. ¿ Han de partir las golondrinas ahora? Miraremos el cielo y veremos que de pronto, se ha llenado de bandadas. Un niño mirará entonces, el mágico vuelo. Ya no seremos tan sólo un suceso, algo que pasa y desaparece. Nos iremos con las bandadas, por el camino certero. Ya, pies cansados no tendremos, sino designios de nube. La canción más bella,tendida de azules, el rostro llano y las manos juntas. Dos panes , dos arcos contra la pena. Una voz estalla y quema, grita y gime contra el naufragio, una voz de azúcar, blandiendo flores de mayo. A salvo del oleaje que acecha , se yergue victorioso el árbol, a salvo del ocaso, la lumbre, que duerme en los ojos del día. 

Yo busqué conmover la rosa de tu jardín florido , cada paso es una nube por dónde camino . Las regiones del ayer pasarán a destierro, si me dejas entrever el beso en tus pupilas. Tan ardúo ha sido el peregrinar que, lloro en un aviso del alma. Lo que das es una llama, que quema manos y pecho . A mi lado corren ángeles diciendo, el viaje continúa hasta que en un atisbo de lumbre difusa, tenga tu nombre entre mis dedos , para poder nombrarte canción o poema , envuelto en pañuelo de seda. Allá donde florece la estrella, he visto tu rostro radiante. Cuándo descienda la tarde , subirán lo crisantemos y una intrépida razón , para dejarte las razones de mi pecho , mi costado , compañero.

¿ Quién detendrá las gaviotas? ¿ Quién el inmenso mar y su voz de trueno ? Ya llega , la carta del país del deseo , los cantares del trigo, el amanecer rojo , la paz de los niños, la bienvenida , la espera , los decires más tiernos , del rosal cautivo, el nombre peregrino, el tenue espacio, donde sentirnos vivos.

" Muchacha ojos de papel , ¿a dónde vas ?quédate hasta el día "...la ciudad no es otoño , sin poesía. ¿Quién tomará nuestros cuerpos para hacerlos paloma ? Y la voz  de trigo, tendida  en la mañana, pregunta por las flores y los niños. ¿ Dónde sonríen ahora las flores y dónde florecen los niños? Quedará nuestro nombre atado a la estrella primera de la mañana, la de los caminantes ,acaso. Quedará el reflejo del espejo , entonces alado.

Lo peor es éste ritmo de girasol incansable. No da tregua, ni respiro. ¿ Perderé la cuenta de cuánto he recorrido ? Si tejo y destejo, ya sin razón . ¿ Quedarán nubes cuándo el desierto? más , me prometo siempre un sueño más.

Recuerdas lo tiempos en que viejo amigo ...ardía en tu pecho la azul madrugada, más los pájaros que allí nacieron , llevan espigas de trigo hacia la aurora. Un pasaje a lo celeste, en sus alas. Una voz de néctar que florece,el páramo de los navegantes.

Y las mujeres del blanco , seguirán creyendo en los marineros. Apretarán su pañuelo húmedo, contra el pecho. Dirán que ya regresan, al primer difuso rastro en el horizonte. Quedarán perplejas antes las gaviotas que pasan , más pronto vendrá el verano dicen y seguirán por tanto, esperando.

¿Qué culpa tiene el rosal de que yo lo ame tanto ? ¿ Qué culpa mis canciones, que se pierdan en el viento ? Mientras el día se llama mañana, caerán sonre mí todas las hojas del otoño, como agua bendita. Y todos los barcos que partieron , quedarán ahora mismo en mis pupilas, porque busco el reflejo en el espejo , donde destruyo las sombras, con el límpido recuerdo aquél , que dejara el camino mismo . Mi pequeño camino. ¿ adónde te vas? me miro y pregunto, más la respuesta está en tus ojos. Sí , en tu reflejo.

Nunca iré en contra de los sueños, no está en mi ,ese desprecio. Si cultivo y cultivo , veré la rosa en mi horizonte. Ya he visto otros jardines, ¿por qué no ha de florecer el mío?No retrases la hora del trigo , su voz ondea , como el viento en la superficie, dorado mensaje de lo celeste. Ya sabés, no seremos héroes...

A un lado del corazón guardo , este retazo de pañuelo blanco, flameando desde la orilla . Allá vienen los marineros y los barcos , espero no hallarme perdida.

"establecerme filósofo neutral , independiente , manejarme bien con toda la gente..."caen en las esquinas retazos de barro, el niño llora su pan y los brazos cálidos. Duerme en la acera del azar y sus hijos , el hombre de la estrella perdida, entre los escombros. Ruge la ciudad mientras dormimos y desarman corazones. Pero si un atisbo de luz,  mana ahora de nuestro pecho , entonces diremos que se viertan todas las flores sobre la espalda de aquéllos , que llueva desde nuestras manos. Sí  aprehendemos el abecedario que sea a de amor y b de beso, que se quede herido nuestro costado al pasar de largo. ¿ Quiénes seremos los humanos? Que se quede nuestro sueño alado , bajo el párpado pequeño que titila. Mañana seremos nuevos , mi vida, tendremos un lugar de sosiego , la voz dulce desde el barro, el niño primero, acaso , que dirá hasta pronto, mañana nos vemos.

" Ya quisiera yo ser el libre pensador ,,," Más que se quede en nuestra boca el aliento , que restaure la paz , la nube del cielo que pasa muda y precisa  en el instante de los abrazos. ¿ Cómo no ver que el cielo cae a pedazos, si en la esquina muerde los talones del niño , el agua fría , el barro ?Mereceremos un azul nuevo . Cerca de nuestro pecho radiante, que avasalla gemidos y penas a su paso , aunque declaren la guerra, los inviernos , hay quien se tiñe de primavera, para decir la primer palabra del ocaso , mi amor, te amo.

Todo comienza en tí , el resto de mis días la raíz, que bebe mis dolores , mi país de siempre sueño , mi canción desesperada . Los pasos, que van adelante en el camino , como la huella en la arena de los caminantes. Las manos de arcilla, de los vagabundos de la estrella,que subyace en la esquina profunda, del desengaño . Los brazos abiertos, principio de todo , los abrazos , los finales. Todo lo que queda es lo restante , más aún lo importante. Roza nuestras mejillas el aire , que evapora dudas y rencores. ¿Dónde encontrarán refugio las flores sino en el jardín de los que saben , sembrar pétalos como naves, que se exilian del cielo , para quedarse adentro , en una razón? vivir

Me escucharás, me buscarás, cuando me pierda y no señale el norte la estrella polar...Detrás del invierno, me decías siempre... y todo lo que pasa es como una flor a punto de estallar , una primavera , hecha canción . Éste es el viaje , dejarnos viajar. Y la voz de los tendidos resonará en la calle, como una trompeta anunciando el final. Pero yo sé que luego se levantarán victoriosos, porque allí estaremos, para entregar nuestro pequeño cántaro de barro. La historia tiene nombres encendidos , más aún muchos quedaron atrapados en el azul ,del anónimo amor que late , extendiendo su mano. Más ¿dónde habitaremos sino en los desiertos paraísos donde fuimoslos primeros , que cultivaron rosas y nubes?. Los sueños , se quedan entre los brazos de quien pierde el sueño , acaso. Y despierta cada mañana, buscando la estrella de la noche pasada. Un camino cierto , la libertad, uno posible, la paz.

La ciudad se desangra y parece que no hay nadie. Más la risa en la avenida de los estudiantes , y los hombres que besan la flor del estanque. Los marineros que partieron , en el mudo instante de los pañuelos. Las mujeres que los lloran, tras el horizonte de trigo. Los veremos volar, dice una mientras aprieta su foto frente al pecho. Los derechos que tienen entonces las aves, de llevar nuestros sueños, hacia un mañana de azúcar, de tiempo de algodón . Y la marea de gente que toma entre sus manos a aquéllos pájaros de ensueño. Recibirán claveles, la tarde de los encuentros. Un candelabro encendido, en medio del desierto. La púrpura ilusión de la magnolia que canta, desde los balcones de la casa en que dormita, aquélla razón de vivir , sino la vida. 

Pediremos respuestas a los rosales del camino. Mientras la ciudad corre, tras su montaña escondida. Dibujan carteles alegres los caminantes . Esos que pisaron antes , los caminos nuevos. Mira que siempre , haremos el camino sin saber, quien camina a nuestro lado. Más, ¿ Dónde será la batalla? si acunan flores los jardines y nubes los desiertos.¿ En que sitio nos libraremos de la paz y la belleza? ¿ Dónde descansaremos de los pájaros de nuestras mañanas? Será premisa el presente , para quien escriba futuro, en las hojas incandescentes de los árboles que sostienen nidos , vientos y sueños.

Lo que damos , florece. Una paz entrañable, una canción de azúcar. Juntaremos las manos haciendo un horizonte , por donde naveguen pájaros y flores. El corazón sobre la mesa yo puse. Si todo empieza en el principio, allá donde la vertiente tiene su cuerpo efímero, frutal. La voz más pura, se desenreda entre los brazos del camino. Una luz incandescente, la primera palabra de la ternura, su caudal.

Se deshilvanan los rayos del sol, en esta mañana. Kilómetro cero, para la paz. Traerán un nombre nuevo, los pájaros verdes ,alma de los árboles.Un segundo para la esperanza, la sonrisa del niño que me dió al bajar.

... Dibujan alas los pájaros del horizonte , que se queman en el aire, como las promesas y los lunes. ¿ Cómo haré para seguirles el vuelo , si desde aquí no veo el inmenso mar, si tengo sólo dos manos para abrazar?Y un rumor de olas , desde aquí adentro , me llevan hasta el dulce tiempo de besos, promesas... como cartas enviadas desde el país del deseo. Cabe un planeta en mi pecho , si pienso en el camino recorrido. Se abre frente a mí la aurora y no tengo más que decirle: libertad.

¿ Dónde cantará la rosa , mientras piensa en la primavera? La ciudad de las flores está a un paso, allá dónde baja agua fresca , a orillas de los pájaros. Más todas las cosas llevan un nombre oculto y ceñido a la libertad, y cuando las rosas, todo adquiere un decir diferente. Y no te preocupes mi amor, que corto se me hace el viaje. Mira que cuando llegue a su querer de flor, tendremos aquélla canción de espera, el agua fresca del río de los pájaros y un decir a la libertad.

Caerán nuestros cuerpos , ante la aurora implacable. Su rumor de nana, tendido como azúcar . Los pájaros escriben versos en el aire, mientras el oro asalta de improvisto las calles. Si se callase el ruido , veríamos a los amantes besarse en los portales y una canción constante de lo celeste. El mundo sería otro mundo, en el instante , donde se aquieten las aguas, del mar bravío y se observen desde la orilla, a los habitantes del horizonte , alzar banderas. Noticias del mañana. El camino de la rosa.

Y si, ¿ Qué te importarán a tí mis flores, mis pájaros, mi viento? Perdido en la bruma, lejos. Un hombre espera en el desierto.

Sí , ahora veo los sueños como banderas blancas. Como palomas de promesas, de un tal vez mañana. Se viste de oro la tarde en donde navegan , los que buscan , como el girasol incansable, la ventana abierta, el camino llano. Pero , sabido es a éstas horas, que de espinas se evapora la rosa , en su rojo anhelo de ser flor. Más , yo entiendo su vuelo y digo : nunca es tarde , para quien tiene un aún. Y las flores serán mías y mío el nombre de la tarde. Los pasajeros del día ya pasaron cantando, algunos hemos visto , doy fe de los niños. Más, los amantes se besarán en los portales, lejos de nuestros ojos. Pero sabremos que pronto, habitarán la rosa. Y eso al fin y al cabo es mañana, siempre nos queda la esperanza.

¿ Se agotará este manantial? ¿ Seré huérfana de versos y nubes? Quédate , aunque sea , detrás del vidrio, el umbral. Los paisajes se llaman ternura, las manos. Dos promesas, de estar más  cerca ,de la paz. Nada saben del amor, los desconocidos del poema. Mientras la ciudad sigue su ritmo metálico, los árboles nos dan una tregua. Siempre se espera la primavera, aunque no sea mayo. Con sus flores y todo, con sus manos fuertes, allí donde duermen los pájaros he tendido un verso , llamado futuro. Así como se escriben ahora, los anhelos del pasado , volverá a nuestros rostros, la lumbre del mañana. Y un destello,  y un candil, el de los descalzos.

¿ Si cierro las ventanas, quién vendrá a buscarme? ¿ Dónde hallaré un nombre,dicho entre jazmines? ¿Dónde la paz , tejerá su lino, blanco? Si haz de ser poeta, quíebrate en dos ante el alba. Desata mariposas de las manos, de los que anidan grises en las espaldas. Más aún , dí siempre alguna palabra, que suene a voz de trueno y cántaro. Donde duermen los gorriones has de encontrar descanso. Las palabras no se llevan en el viento , más son el viento, acaso. Tiende en el suelo las espigas, dónde caminaron los pájaros. Si has de ser poeta, lávate las manos, que antes de escribir, naciste del barro. Y hoy te queda la huella, de los que amaron, la luz de los candiles que encendieron los descalzos. Oirías la lluvia caer, tras los acantilados.

Que se pegue tu ala al viento, retazo de brisa, mientras corres , la ciudad te llama y te escapas, como los vagabundos en la noche. Y te lanzas de nuevo a la vida, de los náufragos que recorren carreteras y libros. Donde descansas herido, pasa una estrella que canta: la ciudad no es otro mundo , más que el que abraza. Imperceptible luz , la del camino trazado antes. Los sentires de éste sinsentido, deshojan flores al alba. ¿ Dónde quedarán mis manos , sino en los versos de agua? Los de mi río cristalino, dulce nombre de la crisálida. Preguntas , que se responden, sólo en algún mañana.