lunes, 26 de diciembre de 2011

Será esta torpeza mía de no saber de códigos ni medidas. De no decir a tiempo, lo que tiembla en mi pecho. Será que confío en las flores, aunque no sea primavera y espero siempre el sol por nacer. Que todo va a salir bien. Que mi corazón me guía. Sí , es así y no reniego . Pero me quedé con una frase escrita para tí, en mi bolsillo. Todas las primaveras son tuyas, aunque el frío. Y acá me tienes, otra vez, esperando el milagro. que las nubes, se abran . Pero , a tí que te importará ya, de esta niña. Ay esta esperanza mía, que persiste aún en las tormentas, a pesar de que el mar intente deshojar su cuerpo, en todos los segundos donde me dejas a la sombra, en la calle, huérfana y sin luz.

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