sábado, 3 de diciembre de 2011

¡Ay! Mar

Llegaré a tí, no sé como.Recíbeme entre tus alas de viento.Abrázame en torbellino transparente. Caeré llorando de rodillas, besaré la arena, como quien besa, la mano de un niño.  Dame tu insondable soledad, la de tu hogar en altamar, pero  regresa a mí sonriendo en olas a la orilla, mucho más joven quizá. Cuando escribas a las nubes, tu carta de amor del crepúsculo, cuéntame también a mí de los barcos que cargaste, sé que amas los veleros  y la humilda balsa , tu espalda es la línea que sostiene el horizonte de los náufragos. Tráeme caracolas que susurren tus secretos y una estrella de tu seno, para encender el cielo. Así cuando venga la noche, a cuidar nuestro sueño, su luz de ultramar , rama del árbol florido que crece en lo profundo,vencerá lo negro. Yo me tenderé en tu costado, allí donde aleteaba ,desde antes, desde siempre, la mitad de mi alma , y oiré tu lamento, golpeando en cada roca, como un animal desesperado. Intentaré darte consuelo, coser tus heridas con rayos de luna. Cerraré los ojos hasta que amanezca, extenderás tus alas para cubrirme despacio. Cientos de pájaros azules, nos traerán la mañana, ya no tendré miedo, miraré mis pies descalzos, la flor en mi pecho, quizá me sienta más sabia, sentiré que respiro, así sabré entonces, que he soñado contigo.

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