lunes, 18 de febrero de 2013

Te presiento , otoño

No calles. Dame tu viento, tu arrojo sobre la vida como un caballo brioso. Soy la hoja de tu árbol, cayendo a tus pies tendida. La flor, nunca se aleja , siempre está allí latiendo. Pan que se va cociendo , en el horno de su fuego, mientras, se suda de frío , dormido en el suelo. Otoño, tiempo para la lluvia y sus canciones. Para el páramo que carga, el paisaje en sus adentros. Otoño tiene la paz, danza tenue sobre los días , su paso mudo, llega así despacio, como las manos del amor al amado o los ojos del que llora, al cielo. No te apresures, déjanos en este destiempo, en tu espera. Tú conoces mejor que yo la primavera, porque ella se teje, suavemente , en el silencio de tus despedidas. Lo que dejas, ella lo trae, más si acaso por irse, vienen. Te presiento , alma de trigo, ya navegas ,pronto a tus versos . Eres la llama tibia, que enciende, el futuro del verano, Y eres el presagio, del invierno . Más, he visto amar en otoño, y beber en el río al sediento. Nada de tí sobra, en los días cálidos o hélidos, barco que yergue en la proa la hazaña de un beso. Otoño , te presiento.

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