jueves, 20 de diciembre de 2012

Así, nos vemos mejor

-Cerremos los ojos, así nos vemos mejor,se decían. Él de unos doce , ella unos diez. Frente a su árbol, el de todos los viernes a la misma hora, se tomaban frente a frente las manos y cerraban sus ojos sonriendo. Ninguno faltaba al encuentro, y fue así durante todo un verano. Luego ella se marchó a la ciudad, pues debía regresar con sus padres , el se quedó , pues era su pueblo. Pasaron los años, y él cada mañana al despertar repetía susurrando-cerremos los ojos, así nos vemos mejor. Y todos los veranos, los viernes a la misma hora, pasaba por aquél  árbol dónde se reunían en secreto. Ella , siempre antes de dormir cerraba los ojos y repetía la misma frase. Pasaron varios años y él nunca dejó de ir a aquél páramo donde los dos fueron felices. Pensaba en ella, mientras escribía su nombre, con una rama en el suelo. Una tarde, tremendamente naranja  vio venir una figura desde lo lejos. Penélope abandonaba su estación de tren , para ir en busca de su amado. Allí la vio, se reconocieron enseguida, él se paró rápidamente y fue a su encuentro. Su preciosa niña , era toda una mujer, cansada por el viaje su belleza resistía, el adoraba todo de ella, su vestido crema, su maleta de cuero, sus pequeños pies. Se tomaron las manos, frente a frente y se dijeron a la vez -cerremos los ojos, así nos vemos bien. Y así lo hicieron , minutos eternos, mientras un cometa atravesaba el pecho de aquéllos locos amantes. Luego de ése instante, él sintió que de pronto , ella le soltaba suavemente las manos. Ya no eran los mismos, tal vez. El nunca pudo abrir los ojos, quizá no quería ver, como  la figura de ella se desvanecía por el camino. Él se quedó hasta la noche , abrazando el árbol , como quien abraza un madero en medio del mar. Después del naufragio, regresó a su casa. Su padre le preguntó donde había estado  todo ése tiempo,él abatido respondió, que se había encontrado con una amiga de la infancia. Qué caso tenía ya mantener el secreto. Ella se había ido. Su padre que desde siempre intuyó aquél  romance le dijo-hijo mío, perdona que no te lo dije antes, todo el pueblo lo sabe, ella se casaba hoy en la ciudad esta misma tarde. Él se levantó de su silla y se fue diciendo-cerremos los ojos, así nos vemos mejor, cerremos los ojos, así nos vemos mejor...

No hay comentarios: