miércoles, 6 de marzo de 2013

Mientras yo dormía , en Madrid se desataba una guerra. Cada flor donde me detuve , despertaba . Los hijos del trigo y sus hijos de pan , te conté alguna vez ,ya no serán para mí un lamento, no lo sé . Cada espacio donde se acurruque un pequeño gato, a tus pies , allí estaré yo, para contarte que sé yo , que sigo existiendo...Y así pasarán los días como barcos hacia el horizonte. ¿Tuyo , nuestro ?quién lo sabe ...La flor sigue su curso errante, hacia la luz que tendieron antes , viejos fugitivos , nuevos amantes.

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