lunes, 25 de marzo de 2013

Yo conozco el perfume de la flor, yo he amado cada día de sembradío, cada momento de mí ante la tierra, sola, con un puñado de sueños , siempre a punto del naufragio . Sé que al otro lado del puente, me espera un amanecer blanco, un detalle de la esperanza. ¿Quién recogerá conmigo las flores de papel, las palabras tendidas sobre la mesa, como promesas? si no he escrito mejor poema, que el de la semilla cotidiana, la pequeña osadía de creer. 

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