lunes, 21 de enero de 2013

Pequeña gran historia de amor

-Señora, por favor tráigame la cena. Le dijo el anciano. Ella, también de entrados años , lo miraba siempre con la misma calma, y acudía a sus llamados. - No sabe , cómo yo la amaba, ¿ ya le conté como nos conocimos? Fue una tarde de cine, éramos tan jóvenes, ella llevaba un vestido a lunares, quizá, ella lo conservara, algún tiempo. Nunca le pregunté. Yo la amaba tanto , no se porqué Dios se la llevó. Alcánceme la, la... ¿cómo es? , la  sal , éso, la sal, por favor. La mujer asentía y lo servía dócilmente. - Ah y el día de nuestro casamiento , prosiguió el anciano, estaba tan hermosa, yo también era pintón por aquéllos años. La mujer que, pasaba todos los días escuchando y escuchando , callaba y sonreía. Se hizo la noche y ya era la hora del descanso. El anciano , fue a la cama, ella de atrás lo seguía, le acomodó la almohada y las sábanas. El hombre, repetía como cada noche, mientras se quedaba dormido - no sabe , como yo la amaba , no sabe como yo la amaba. Después de un momento, estando él ya dormido,  ella acarició su cara, y murmuró - si , sí , aún conservo el vestido.


PD : Basada en la hermosa y verdadera historia de amor de los abuelos del Padre Leo, un amigo . 

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