sábado, 20 de abril de 2013

Incansable sonido de las cosas, tu voz en la avenida. Tiende sobre mí mares, el ocaso. Quiero ser ola que derriba, los grises lamentos del día, el rayo silencioso de lo tácito, ya tendremos mejores noticias, reza ahora mi diario. En los techos de las casas, duerme el recuerdo como un gato. Flor desesperada la noche, que transita mis pasos. Devuelta a la vida, mañana, para seguir soñando.

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